En Villavicencio, rodeados de computadores, micrófonos y equipos de grabación audiovisual, Victoria y Francisco dieron inicio al taller de ‘stop motion’, a partir de la lectura de ‘La pobre viejecita’, la fábula de Rafael Pombo -incluida en la segunda entrega de la colección Leer es mi Cuento, de MinCultura- que luego de una primera lectura en voz alta, los niños tuvieron la oportunidad de leer ante el micrófono con el fin de recrear la historia en esta técnica de animación.
''A partir de una lectura colectiva, comenzamos a realizar una primera aproximación al texto que nos permite explicar a los niños algunos aspectos relacionados con el vocabulario que no conozcan, para que luego ellos mismos se animen a hacer una lectura frente al micrófono'', precisa Francisco. ''Siempre hemos considerado que este tipo de talleres debe partir de la apropiación, construcción y relación colectiva con el texto'', complementa Victoria.
Resultado de la experiencia es que, pese a que si durante la primera lectura el texto pudo pasar más bien desapercibido por parte de algunos de los niños, comenzar a hacer algo a partir de –por ejemplo- su lectura, permite crear un vínculo que es fácilmente perceptible en la atención, y que va generando una indefinida sucesión de nuevas preguntas.
''Son los mismos niños quienes comienzan a releer la historia en busca de nuevos detalles'', prosigue Victoria, puesto que una vez hecho el registro sonoro de la historia, comienza un minucioso proceso de captura cuadro a cuadro en el que participan todos los niños, durante el que se recrea la narración a partir de los diversos objetos que se tienen dispuestos para tal fin, en el que un muñeco que caracteriza a la pobre viejecita es el principal protagonista.
''Una vez tenemos la tira de audio –producto del registro realizado por los niños- comenzamos a montar la secuencia de imágenes; en este taller, por ejemplo, contamos con la participación y la ayuda de una niña muy especial que desempeñó el rol de lo que en cine se conoce como ‘script’ y que, por ejemplo, nos recordaba a todos el orden en que deberían aparecer los elementos de la animación: primero debía aparecer la casa y luego Juan y Gil'', agrega Victoria.
Una vez finalizado el taller, que en este caso debió hacerse en el transcurso de dos horas, se presenta a los niños parte del resultado, al que luego seguirá un proceso de edición más detallado que se envía al correo electrónico de los niños y la maestra a cargo del curso (Vea el video en el siguiente link:
https://youtu.be/Sb9kxBqIc4k).
''Esta ha sido una actividad muy interesante y novedosa para todos los niños, en la medida que a partir de la recreación del texto en imágenes, comienza a gestarse todo un proceso creativo a partir de la lectura'', comenta respecto al taller Rosario Torres, maestra a cargo del curso.
Transformar a través de las artes
Luego de una conversación que sostuvieron con el presidente de la Asociación Colombiana de Libreros Independientes (ACLI), David Roa, y la productora de las Ferias de la Lectura, Jovana de la Hoz, quienes están a cargo de la organización de las Ferias de la Lectura que desde hace tres años se realizan en diversas ciudades del país, surgió la posibilidad de realizar un taller de ‘stop motion’, concebido a partir de la necesidad de realizar una actividad en torno a la lectura y los textos que con el fin de promover el interés por la lectura entre los niños y sus familias, viene publicando desde hace unos años el Ministerio de Cultura a través de la colección Leer es mi Cuento.
''Nosotros estamos muy interesados en generar nuevas propuestas de educación y transformación socio cultural a través de las artes y comenzamos a trabajar en diferentes técnicas a partir del cine, una de ellas es la animación. Así que nos pareció muy interesante poder diseñar un taller dedicado específicamente a este tipo de textos'', explica Victoria, quien precisa que la elección de una de las fábulas escritas por Rafael Pombo, y específicamente, en un texto como 'La pobre viejecita', tuvo mucho que ver el hecho de que se tratara de una historia que la mayor parte del público infantil conoce.
''Es una historia que además de girar en torno a uno solo personaje –a partir del cual desarrollamos un muñeco para su animación-, permite ampliar y profundizar el vocabulario de los niños'', precisa Francisco, para quien la intención original del proyecto también contemplaba que los niños pudieran apropiarse del texto en tal forma que se volviera una invitación a nuevas lecturas de la historia, para a continuación, proceder a su reelaboración mediática.
''Este taller utiliza también muchos recursos de la narración oral, que necesariamente se hace en conjunto y requiere la participación de todos los participantes'', precisa Francisco, a la par de destacar el hecho de que una vez finalizada la actividad los niños pudieran llevarse el texto a casa, de tal manera que además de ver el resultado final de la animación se animaran a leer otras historias similares por su cuenta, y por qué no, incluso llegar a realizar sus propios cortos a partir de esas nuevas historias.
Texto:
Juan Carlos Millán Guzmán
Dirección de Artes,
Ministerio de Cultura
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