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2014-04-16
 

`La Mala hora`

 
Foto: Archivo biblioteca Nacional
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A los 87 años, falleció en Ciudad de México el escritor y Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, miembro honorario del Instituto Caro y Cuervo desde 1993. Con su ida queda el referente de un antes y un después en la literatura hispanoamericana

Cortesía Instituto Caro y Cuervo
 
A partir de hoy, los textos escolares, las enciclopedias y los libros de referencia quedarán desactualizados. Solamente las páginas en Internet podrán citar las fechas correctas del nacimiento y deceso de un hombre que alguna vez llegó a escribir su historia de ‘cuando era feliz e indocumentado’.
 
Gabriel José de la Concordia García Márquez nació en Aracataca, Magdalena, un 6 de marzo de 1927. La vida le alcanzó para ser escritor, novelista, cuentista, guionista, periodista y ganarse el Premio Nobel de Literatura en 1982.
‘Un día de estos’
 
Hijo de Gabriel Eligio García y de Luisa Santiaga Márquez Iguarán, Gabriel García Márquez nació en Aracataca, en el departamento del Magdalena, Colombia, “el domingo 6 de marzo de 1927 a las nueve de la mañana...”, tal y como dejó constancia en sus memorias.
 
Cuando sus padres se enamoraron, el padre de Luisa, el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, se opuso a esta relación ya que Gabriel Eligio García, que trabajaba como telegrafista en Aracataca, no era el hombre adecuado para su hija, por ser hijo de madre soltera, pertenecer al Partido Conservador Colombiano y ser un mujeriego confeso. Entonces, a Luisa Santiaga la enviaron lejos del pueblo, pero Cupido ya había hecho su trabajo. Gabriel Eligio la había conquistado con serenatas de violín, poemas de amor, innumerables cartas y frecuentes mensajes telegráficos, el coronel capituló.
Luisa y Gabriel Eligio se casaron el 11 de junio de 1926 en Santa Marta y poco después del nacimiento de Gabriel, su padre se convirtió en farmacéutico y, en enero de 1929, se mudó con Luisa a Barranquilla, dejando a Gabriel en Aracataca al cuidado de sus abuelos maternos y recibiendo una fuerte influencia del coronel Márquez, quien de joven había matado a un hombre en un duelo y tuvo, además de los tres hijos oficiales, otros nueve en diferentes campos de batalla.
 
El Coronel era un viejo liberal veterano de la Guerra de los Mil Días, respetado por sus copartidarios y conocido por su negativa a callar sobre la Masacre de las bananeras, suceso en el que murieron cientos de personas a manos de las Fuerzas Armadas de Colombia durante una huelga de los trabajadores, hecho al que García Márquez le daría relevancia en su obra.
 
El coronel, fue también un excelente narrador y le enseñó a su nieto a consultar frecuentemente el diccionario. También lo llevaba al circo cada año y fue el primero en enseñarle al maravillado niño el hielo.
 
Su abuela, Tranquilina Iguarán Cotes, a quien García Márquez llamaba la abuela Mina y describía como imaginativa y supersticiosa que llenaba la casa con historias de fantasmas, premoniciones, augurios y signos, fue de tanta influencia en el joven como el coronel e incluso fue señalada por el escritor como su primera y principal influencia literaria, pues le inspiró la original forma en que ella trataba lo extraordinario y contaba sus historias sin importar lo fantástico e improbables que fueran sus relatos. Para ella, siempre eran una verdad irrefutable.
 
El coronel murió en 1936, cuando Gabriel tenía ocho años y debido a la ceguera de su abuela fue a vivir con sus padres en Sucre, población ubicada en el departamento de Sucre (Colombia), a donde su padre había ido a parar en su empeño por conseguir estabilidad económica a través de la preparación de medicamentos y brebajes que realizaba como boticario.
‘Cuando era feliz e indocumentado’
 
Poco después de llegar a Sucre, se decidió que Gabriel debía empezar su educación formal y fue mandado a un internado en Barranquilla. Allí adquirió reputación de chico tímido que escribía poemas y dibujaba tiras humorísticas. Serio y poco dado a las actividades atléticas, fue apodado El Viejo por sus compañeros de clase.
 
García Márquez cursó los primeros grados de secundaria en el colegio jesuita San José (hoy Instituto San José) desde 1940, en donde publicó sus primeros poemas en la revista escolar Juventud. Luego, gracias a una beca otorgada por el Gobierno, Gabriel fue enviado a estudiar a Bogotá de donde lo reubican en el Liceo Nacional de Zipaquirá, a una hora de la capital, donde culmina sus estudios secundarios.
 
Después de su graduación en 1947, García Márquez se fue a Bogotá a estudiar derecho en la Universidad Nacional de Colombia, donde tuvo especial dedicación a la lectura. La metamorfosis de Franz Kafka fue una obra que le inspiró especialmente. Estaba emocionado con la idea de escribir, no literatura tradicional sino en un estilo similar a las historias de su abuela. Su deseo de ser escritor crecía. Poco después, publicó su primer cuento, La tercera resignación, que apareció en el 13 de septiembre de 1947 en la edición del diario El Espectador.
 
Aunque su pasión era la escritura, continuó con la carrera de derecho en 1948 para complacer a su padre. Después del 9 de abril de 1948, la universidad cerró indefinidamente y su pensión fue incendiada. García Márquez se trasladó a la Universidad de Cartagena y empezó a trabajar como reportero de El Universal. En 1950, desiste de convertirse en abogado para centrarse en el periodismo y se traslada de nuevo a Barranquilla para trabajar como columnista y reportero en el periódico El Heraldo. Aunque García Márquez nunca terminó sus estudios superiores, universidades, como la de Columbia de Nueva York, le han otorgado un doctorado honoris causa en letras.
 
‘Alguien desordena estas rosas’
 
Durante su etapa de estudiante y cuando visitaba a sus padres en Sucre conoció a Mercedes Barcha, también hija de un boticario, en un baile de estudiantes y decidió enseguida que tenía que casarse con ella cuando terminara sus estudios. García Márquez contrajo matrimonio en marzo de 1958 en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Barranquilla con Mercedes «a la que le había propuesto matrimonio desde sus trece años».
 
Mercedes es descrita por uno de los biógrafos del escritor como "una mujer alta y linda con pelo marrón hasta los hombros, nieta de un inmigrante egipcio, lo que al parecer se manifiesta en unos pómulos anchos y ojos castaños grandes y penetrantes".
 
En 1959 tuvieron a su primer hijo, Rodrigo, quien se convirtió en cineasta y en 1961 se instalaron en Nueva York en donde ejerció como corresponsal de Prensa Latina. Tras recibir amenazas y críticas de la CIA y de los exiliados cubanos, que no compartían el contenido de sus reportajes, decidió trasladarse a México y se establecieron en la capital. Tres años después, nació su segundo hijo, Gonzalo, actualmente diseñador gráfico en Ciudad de México.
Aunque García Márquez posee residencias en París, Bogotá y Cartagena de Indias, vive la mayor parte del tiempo en su casa en México, donde fijó su residencia desde comienzos de los años 60.
‘La bendita manía de contar’
 
García Márquez comenzó su carrera como periodista mientras estudiaba derecho en la universidad. En 1948 y 1949 escribió para el diario El Universal de Cartagena. Desde 1950 hasta 1952, escribió una columna con el seudónimo de Septimus para el El Heraldo de Barranquilla. Durante este tiempo se convirtió en un miembro activo del grupo informal de escritores y periodistas conocidos como el Grupo de Barranquilla, una asociación que fue una gran motivación e inspiración para su carrera literaria. Trabajó con figuras como José Félix Fuenmayor, el catalán Ramón Vinyes, Alfonso Fuenmayor, Álvaro Cepeda Samudio, Germán Vargas, Alejandro Obregón, Orlando Rivera «Figurita» y Julio Mario Santo Domingo, entre otros. En esa época García Márquez leyó las obras de escritores como Virginia Woolf y William Faulkner, quien influyó en sus técnicas narrativas, los temas históricos y la utilización de localidades provinciales. El entorno de Barranquilla proporcionó a García Márquez una educación literaria al nivel mundial y una perspectiva única sobre la cultura del Caribe.
 
A petición de Álvaro Mutis en 1954 García Márquez regresó a Bogotá a trabajar en El Espectador como reportero y crítico de cine. Un año después, García Márquez publicó en el mismo diario Relato de un náufrago, una serie de catorce crónicas sobre el naufragio del destructor A. R. C. Caldas, basándose en entrevistas con Luis Alejandro Velasco, joven marinero que sobrevivió al naufragio. La publicación de los artículos dio lugar a una controversia pública a nivel nacional cuando en el último escrito reveló la historia oculta, ya que desacreditó la versión oficial de los acontecimientos que había atribuido la causa del naufragio a una tormenta. Como consecuencia de esta controversia, García Márquez fue enviado a París para ser corresponsal extranjero de El Espectador. Escribió sus experiencias en El Independiente, un periódico que sustituyó brevemente a El Espectador, durante el gobierno militar del general Gustavo Rojas Pinilla y que más tarde fue cerrado por las autoridades colombianas. Poco después, tras el triunfo de la revolución cubana en 1960, García Márquez viajó a La Habana, donde trabajó en la agencia de prensa creada por el gobierno cubano Prensa Latina e hizo amistad con el Che Guevara y Fidel Castro
 
En 1974, junto a un grupo de intelectuales y periodistas de izquierda, funda la revista Alternativa que duró hasta 1980 y marcó un hito en la historia del periodismo de oposición en Colombia. Para el primer número, Gabo escribió un artículo exclusivo sobre el bombardeo al palacio de La Moneda, en Santiago de Chile, lo que garantizó que se agotara la edición. Luego sería el único que firmaría los artículos.
 
En 1994 junto con su hermano Jaime García Márquez, y Jaime Abello Banfi, creó la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), que tiene como objetivo ayudar a jóvenes periodistas a aprender con maestros como Alma Guillermoprieto y Jon Lee Anderson, y estimular nuevas formas de hacer periodismo. La sede principal de la entidad está en Cartagena de Indias y García Márquez sigue siendo el presidente de la fundación.
 
‘Me alquilo para soñar’
 
Su primer cuento, La tercera resignación, fue publicado en 1947 en El Espectador. Un año después, empezó su trabajo de periodismo para el mismo periódico. Sus primeros trabajos eran todos cuentos publicados en el mismo periódico desde 1947 hasta 1952. Durante estos años publicó un total de quince cuentos.
 
Gabriel García Márquez quería ser periodista y escribir novelas. Para La hojarasca, su primera novela, le llevó varios años encontrar un editor. Finalmente se publicó en 1955, y aunque la crítica fue excelente, la mayor parte de la edición se quedó en bodega y el autor no recibió ni un céntimo por regalías. García Márquez señala que «de todo lo que había escrito, La hojarasca fue su favorita porque consideraron que era la más sincera y espontánea».16
 
Gabriel García Márquez tardó dieciocho meses en escribir Cien años de soledad, aunque empezó a concebirla, tal vez desde el mismo momento en que decidió que sería escritor. El martes 30 de mayo de 1967 salió a la venta en Buenos Aires la primera edición de la novela. Tres décadas después se había traducido a 37 idiomas y vendido 25 millones de ejemplares en todo el mundo. «Fue un verdadero bombazo, que hizo explosión desde el primer día. El libro salió a las librerías sin ningún tipo de campaña publicitaria, la novela agotó su primera edición de 8000 copias a las dos semanas y pronto convirtió el título y su realismo mágico en el espejo del alma latinoamericana».
 
El amor en los tiempos del cólera se publicó por primera vez en 1985. Está basada en las historias de dos parejas. La historia de la joven pareja formada por Fermina Daza y Florentino Ariza está inspirada en la historia de amor de los padres de García Márquez. Sin embargo, como García Márquez explica en una entrevista: «La única diferencia es que mis padres se casaron. Y tan pronto como se casaron, ya no eran interesantes como figuras literarias». El amor de los ancianos se basa en una historia que leyó en un periódico sobre la muerte de dos estadounidenses, de casi ochenta años de edad, que se reunían todos los años en Acapulco. Estaban en un barco y un día fueron asesinados por el barquero con sus remos. García Márquez señala: «A través de su muerte, la historia de su romance en secreto se hizo conocida. Yo estaba fascinado con ella. Estaban cada uno casado con otra persona».
 
Como autor de ficción, García Márquez siempre será asociado con el realismo mágico. De hecho, se le considera como la figura central de este género. El realismo mágico se usa para describir elementos que tienen, como es el caso en los trabajos de este autor, el acercamiento de la fantasía y el mito con las actividades diarias y ordinarias.
 
El realismo es importante en todas las obras de García Márquez. Alguna vez comentó que El coronel no tiene quien le escriba, La mala hora y Los funerales de la Mamá Grande, reflejan la realidad de la vida en Colombia y este tema determina la estructura racional de sus libros.
 
García Márquez creó un mundo semejante al cotidiano pero al mismo tiempo totalmente diferente a ello. A la pregunta de si todo lo que escribe tiene una base real, ha contestado: No hay en mis novelas una línea que no esté basada en la realidad.
 
‘La prodigiosa tarde de Baltazar’
 
Gabriel García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982, según la laudatoria de la Academia Sueca, «por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente».
Su discurso de aceptación fue titulado La soledad de América Latina. Fue el primer colombiano y el cuarto latinoamericano en ganar un Premio Nobel de Literatura, después de lo cual declaró: «Yo tengo la impresión de que al darme el premio han tenido en cuenta la literatura del subcontinente y me han otorgado como una forma de adjudicación de la totalidad de esta literatura».
 
Otros premios, distinciones y homenajes recibidos por García Marquez:
•    Premio de la Novela ESSO por La mala hora (1961).
•    Doctorado honoris causa de la Universidad de Columbia en Nueva York (1971).
•    Premio Rómulo Gallegos por Cien años de soledad (1972).
•    Premio Jorge Dimitrov por la Paz (1979).
•    Medalla de la legión de honor francés en París (1981).
•    Condecoración Águila Azteca en México (1982).
•    Premio cuarenta años del Círculo de Periodistas de Bogotá (1985).
•    Miembro honorario del Instituto Caro y Cuervo en Bogotá (1993).
•    Museo: El 25 de marzo de 2010 el gobierno colombiano terminó de reconstruir la casa en que nació García Márquez en Aracataca, pues había sido demolida 40 años atrás, e inauguró en ella un museo dedicado a su memoria con más de 14 ambientes que recrean los espacios en los que transcurrió su niñez.
•    En el Este de Los Ángeles, California, en el sector de Las Rozas de Madrid y en Zaragoza, España hay calles que llevan su nombre.
•    En Bogotá el Fondo de Cultura Económica de México construyó un centro cultural que lleva su nombre, inaugurado el 30 de enero de 2008.
‘El otoño del patriarca’
En 1999 le fue diagnosticado un cáncer linfático. Al respecto el escritor declaró en el 2000 en una entrevista al diario El Tiempo de Bogotá:
“Hace más de un año fui sometido a un tratamiento de tres meses contra un linfoma, y hoy me sorprendo yo mismo de la enorme lotería que ha sido ese tropiezo en mi vida. Por el temor de no tener tiempo para terminar los tres tomos de mis memorias y dos libros de cuentos que tenía a medias, reduje al mínimo las relaciones con mis amigos, desconecté el teléfono, cancelé los viajes y toda clase de compromisos pendientes y futuros, y me encerré a escribir todos los días sin interrupción desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde. Durante ese tiempo, ya sin medicinas de ninguna clase, mis relaciones con los médicos se redujeron a controles anuales y a una dieta sencilla para no pasarme de peso. Mientras tanto, regresé al periodismo, volví a mi vicio favorito de la música y me puse al día en mis lecturas atrasadas”.
En 2002, su biógrafo Gerald Martin voló a Ciudad de México para hablar con García Márquez. Su mujer, Mercedes, tenía gripe y el escritor tuvo que visitar a Martin en su hotel. Según dijo, Gabriel García Márquez ya no tenía la apariencia del típico sobreviviente de cáncer. Todavía delgado y con el pelo corto, completó Vivir para contarla ese año.
A principios de julio de 2012, por comentarios de su hermano Jaime se rumoró que el escritor padecía de demencia senil… Lo demás, ya lo conocemos.
Texto elaborado con las siguientes referencias:
Vivir para contarla. Gabriel García Márquez.
Gabriel García Márquez. Una vida. Gerald Martin.
Centro Virtual Cervantes
El Tiempo, varias ediciones
El Espectador, varias ediciones
Wikipedia, varias páginas y autores.
 
 
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