Este concepto, perteneciente al sistema ancestral de conocimientos de la Sierra Nevada de Santa Marta reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, nos enseña que todos compartimos un mismo origen, resaltando las similitudes que nos conectan y ayudando a sanar las divisiones impuestas por una historia nacional marcada por la violencia, la discordia y la explotación de la naturaleza.