Bogotá, 21 de octubre de 2024 (@mincultura). El pasado 18 de octubre académicos, representantes de instituciones públicas y miembros de la sociedad civil se dieron cita en la Universidad Externado de Colombia para dialogar sobre nuevos relatos en la construcción de patrimonio cultural hospitalario y de salud en el país. El evento se llevó a cabo en el marco de la celebración de los 460 años del Hospital San Juan de Dios y Materno Infantil y del proyecto de recuperación y reapertura que busca devolverle este patrimonio a las y los colombianos.
“El reto es pensar qué implica el patrimonio en salud de una manera holística, que destaque las relaciones que van más allá de lo técnico y lo biomédico". A partir de esta premisa destacada por la curadora del Museo del Oro Marcela García Sierra, se desarrolló la primera sesión del coloquio a las ocho de la mañana. En el panel también participó la antropóloga y docente Ana Carolina Guatame y Manuel Salge, doctor, investigador y profesor de la Facultad de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Externado de Colombia.
Para Marcela García, la discusión inició con las formas de entender otros saberes asociados como los conocimientos indígenas y su necesario aporte en aras de ampliar la visión individualista occidental. Así, la enfermedad parte del principio de ser un fenómeno colectivo que surge a partir del desequilibrio con el ecosistema y las relaciones sociales. Además, destacó la necesidad de recuperar la noción del cuidado en los procesos hospitalarios y su concepción como lugares para la vida, no para la enfermedad y muerte.
Desde la antropología forense Guatame considera que es clave el vínculo con la memoria para comprender la muerte y la enfermedad desde lo colectivo y la reconstrucción de los lazos sociales con la comunidad. También se refirió al reconocimiento de la dignidad en todo el ciclo de la vida y cómo pensar la muerte y la dignidad de los cuerpos en el marco de un proceso de patrimonio hospitalario. “Un hospital debe vincular estas necesidades de reivindicación de esos cuerpos como personas", señaló.
Por su parte, Salge partió del cuestionamiento del concepto tradicional del patrimonio y destacó su carácter cambiante. Así, lo que antes era un saber de un grupo de expertos se ha convertido en una preocupación global de los Estados y ahora se reivindica su construcción desde las comunidades. En ese análisis histórico, el investigador también considera clave entender las herencias y aprendizajes que quedaron del Hospital San Pedro como el primer antecedente del San Juan.
La moderadora Paula Matiz, doctora en Administración y Desarrollo del Patrimonio Cultural, les pidió a los panelistas pensar en algunas rutas para avanzar en el reconocimiento de este tipo de patrimonio en el país. Para Salge, un patrimonio real debe entenderse desde lo afectivo. “Hay que darle sentido a lo importante; el patrimonio de lo afectivo lo pondría al nivel de las personas, todos podemos hablar a partir de los cariños", puntualizó. Además, destacó el concepto de 'paisaje' como una ruta para entender la relación entre espacio, acontecimiento, sujetos y formas de hacer.
García también partió de esta relación conceptual, pero utilizó el término 'territorio' para destacar la importancia del análisis hospitalario y patrimonial con las dinámicas medioambientales como el cambio climático y la consecuente pérdida de hábitats y especies y elementos vitales como el agua. Para la investigadora, la preocupación por el cuidado de la vida implica el vínculo con una responsabilidad por el ecosistema y su protección.
Rosalba Wilches, extrabajadora y asistente al coloquio, enfatizó en seguir uniendo esfuerzos para trabajar por el Hospital San Juan de Dios
En la segunda sesión que inició a las 10:30 am, los panelistas reflexionaron sobre la necesidad de abordar el patrimonio cultural hospitalario y de salud en el país y cómo esto aporta a las discusiones de país respecto a la identidad y la posibilidad de paz. Los panelistas fueron David Cristancho, arquitecto y experto en patrimonio, la médica y literata Zulma Urrego Mendoza, Helena Wiesner como profesional en conservación y restauración de Bienes Culturales Muebles y el historiador y coordinador del Programa de Narrativas Patrimoniales del IDPC Leonardo Cristancho. Este hizo énfasis en que un caso como el San Juan implica partir de las comunidades ya que, gracias a estas, se dio una declaración patrimonial. “No partió de la institucionalidad. Eso nos exige a nosotros desde las instituciones y expertos tener respeto", señaló.
David Cristancho inició con una explicación de la ley 735 de 2002, que permitió la declaración del Hospital San Juan de Dios y el Instituto Materno Infantil como monumentos nacionales. “El hospital es una víctima del conflicto armado colombiano", señaló durante su intervención respecto a los padecimientos y abandono que ha tenido el San Juan en su historia. Después hizo una reflexión sobre cómo el patrimonio no es un discurso de la UNESCO, sino que parte de la experticia del saber del Hospital y citó ejemplos como la bata sanjuanera o las dietas utilizadas en el tratamiento a pacientes. “Yo sí creo que el futuro está instalado en cada uno de los colombianos que tienen esa herencia del San Juan de Dios", comentó.
En este módulo, estuvo presente la doctora Urrego, quien puso sobre la mesa la existencia de un patrimonio literario asociado al Hospital San Juan de Dios que es capaz de articular lo simbólico, lo material y natural. Así, se puede ejemplificar en la narrativa oral de las memorias y saberes, de los documentos y tesis que se han escrito alrededor del San Juan e incluso de algunos escritores que incluyeron al Hospital en su literatura.
Para Helena Wiesner, historiadora del arte desde la perspectiva del Bien mueble, el patrimonio es un campo de negociaciones permanente. Para esta, lo importante es colectivizar la importancia de estos objetos o 'testimonios materiales' y preguntarnos qué conversaciones nos abren. “Yo como restauradora y conservadora me pregunto: ¿para qué? El fin es que la gente se aproxime a su país como me ha pasado a mí", señaló.
Para Manuel Vega, moderador de la sesión y líder del equipo de Activación Social del Hospital San Juan de Dios, la discusión está orientada a la construcción del presente y el futuro. “Lo patrimonial implica una discusión no solo sobre el pasado sino para entender para dónde vamos y qué queremos como sociedad", señaló. Además, insistió en el valor de lo literario como un ejercicio desde la nostalgia y el relato que permite imaginar nuevos caminos hacia la paz, una conversación en la que también está inmerso el San Juan de Dios.
El médico e historiador Manuel Vega interviene durante uno de los conversatorios.
En la sesión de la tarde los invitados fueron la ingeniera civil María Carolina Escobar, la historiadora y profesora de medicina Paula Ronderos, el filósofo y jefe de la División de museos de la UNAL Alejandro Burgos y el médico Juan Carlos Eslava. La moderación estuvo a cargo de la historiadora Adriana Uribe, miembro del equipo de Activación Social del Hospital.
Los ponentes coincidieron en que en la búsqueda de una salud pública más inclusiva y efectiva es fundamental involucrar las prácticas de los oficios relacionados con la salud y la participación comunitaria. Un hospital como el San Juan de Dios puede ser más que un lugar de atención médica; puede ser un espacio de salud colectiva y comunitaria. Para la ingeniera María Carolina Escobar, el Hospital San Juan de Dios y sus retos le han hecho repensar un saber que nunca se había cuestionado. “El Hospital San Juan de Dios me enseñó a usar la ingeniería", señaló emotivamente.
La discusión estuvo dirigida a cómo un hospital del futuro debe abarcar no solo la atención médica, sino también la nutrición, la prevención y la promoción de la salud. Se busca un espacio que responda a las necesidades del momento y sea un modelo de salud pública integral y comunitaria que incluyan una tecnología adecuada y propia.
Como conclusión, la historiadora Uribe destacó la importancia de la curiosidad como parte fundamental para comprender y entender cómo el pasado ilumina el presente y el futuro. “No se trata solo de historia, sino de una curiosidad genuina y real que impulse a dialogar con personas de diversos orígenes y perspectivas", comentó.
La jornada contó con la participación de varios asistentes que hicieron preguntas y comentarios al final de cada plenaria. Muchos utilizaron el espacio para hablar de su relación personal con el Hospital y dejaron claro su compromiso con la formación de una institución que consiga llevar a cabo las reflexiones dejadas en este coloquio. También se insistió en la idea de que el San Juan era un centro de memoria y cómo estos saberes asociados de quienes han luchado por su supervivencia eran también patrimonio del San Juan. Igualmente se destacó el vínculo con el barrio Policarpa, que está próximo a cumplir 63 años.
Las acciones culturales y académicas para celebrar los 460 años del San Juan de Dios se inscriben en el marco del Plan de Divulgación del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP), a cargo del equipo de Activación Social de los patrimonios y memorias del Hospital San Juan de Dios y Materno Infantil.