• Hasta el próximo 25 de febrero los colombianos podrán visitar la exposición Awera en Bakatá, en el Museo Nacional, espacio en el que reconocerán el trabajo de varias mujeres trans de los pueblos embera chamí y katío para avanzar hacia su reconocimiento político y social.

El municipio de Santuario, en Risaralda, se convirtió en el hogar de mujeres con experiencias de vida trans, provenientes de los pueblos embera chamí y katío. Ellas, muy distintas a los parámetros de la cosmogonía de este pueblo, han decidido no solo existir en este territorio sino contarle al país sobre sus orígenes, sus emociones, su relación con el café, pues muchas de ellas se han dedicado a recolectarlo, y todo eso que les importa.

De esta comunidad, de aproximadamente 100 personas, se han ido conociendo historias que encuentran en las expresiones artísticas una manera de narrar su realidad y su relación con el cuerpo, tanto en lengua nativa como en castellano. Una de las menos conocidas es la de Las traviesas, un grupo de mujeres transindígenas que busca incidencia política y social en Santuario.

Su nombre proviene de la palabra travieso(a) que significa “atravesado”, “oblicuo” o “descarado”, e incluso puede tener una connotación sexual. Su principal objetivo es establecerse como un cabildo autónomo y un resguardo transindígena, más allá de las tradiciones embera y los prejuicios de sus familias, que las desplazaron de sus territorios desde muy jóvenes.

Su relato fue el protagonista en un ejercicio de cocreación realizado en la sala Talleres del Panóptico, del Museo Nacional de Colombia, y en talleres multimedia dirigidos por la comunidad y artistas invitados de Santuario en 2021. Trabajo que dejó creaciones que interactúan con los espectadores y dan un lugar a un diálogo íntimo entre los diversos orígenes e imaginarios, sin dejar a un lado la comunicación de las aspiraciones de Las traviesas por fortalecerse como comunidad transindígena en Colombia.

Esta exposición, denominada Awera en Bakatá, también reconoce el papel de las colaboraciones inesperadas, de los parentescos imprevisibles, que se alejan de los paradigmas de las relaciones genealógicas, etnocéntricas y antropocéntricas. Estas creaciones crean un espacio de encuentro en el que las experiencias comunitarias y el intercambio de saberes son claves para la gobernanza, la cultura y el reconocimiento de identidades de género diversas.

Esta exposición estará abierta al público, de martes a domingo, entre las 9:00 a.m. y las 5:00 p.m., hasta el próximo 25 de febrero en el Museo Nacional de Colombia.