Dicen que Antonio Fuentes fue una persona muy culta, músico, fotógrafo, publicista, le gustaba el cine y era deportista. “Era tantas cosas”, asegura Antonio Montoya, gerente de la empresa que su tocayo fundó hace casi noventa años: Discos Fuentes.
Y, sobre todas esas cosas, Fuentes era innovador, un rasgo que ha sido fundamental en el nacimiento y desarrollo de su disquera, que nació en Barranquilla y luego se trasladó a Medellín.
Discos Fuentes se fundó en 1934 y en este 2024 ya se han empezado a sumar los reconocimientos por su 90 aniversario. En febrero pasado, por ejemplo, se convirtió en aliado de Marca País, la estrategia de ProColombia para posicionar la imagen positiva del país en el exterior.
Además, este 10 de abril la mesa directiva del Senado de la República le otorgó a la discográfica la Orden del Congreso de la República en el grado de Comendador.
“Consideramos que somos los guardianes de un tesoro, un tesoro cultural. Hemos sobrevivido a todas las tormentas y a los cambios no solamente sociales, sino también tecnológicos y económicos a nivel mundial y local”, explica Antonio Montoya sobre el legado vivo que significa esta compañía.
Antonio Fuentes fundó Discos Fuentes en 1934. Foto: Discos Fuentes
La revolución
En 1934, Antonio Fuentes tenía su propia emisora y fue entonces que nació ese germen de no seguir las tradiciones. Los centros de poder del país estaban influenciados por la música europea, como esas danzas de salón que solían acompañar sus fiestas.
Toño Fuentes nadó contra la corriente.
“Don Antonio estaba pendiente de la música de las fiestas populares, de las negritudes, de los pueblos principalmente de la Costa, no tanto de las grandes capitales. Eso realmente fue decisivo”, asegura Montoya.
Gracias a esa curiosidad y a ese interés por las expresiones culturales de todas las regiones colombianas, Discos Fuentes ha consolidado uno de los catálogos más amplios de la música hispana en el mundo.
Pastor López en los estudios de Discos Fuentes.
Los artistas que han pasado por el sello, tan amplió que necesitaría varias páginas para abarcarlo, incluye a Lucho Bermúdez, Alejo Durán, Guillermo Buitrago, Joe Arroyo, Pastor López, el Cuarteto Imperial, Juancho Polo Valencia, Rodolfo Aicardi, Alfredo Gutiérrez, Los Golden Boys, Fruko y sus Tesos, Joe Arroyo, La Sonora Dinamita, Gustavo Quintero y Los Chiches Vallenatos, entre muchos otros.
Nombres que ya son parte del imaginario musical colombiano, pero, para llegar a este punto, fue clave la apuesta de Antonio Fuentes por géneros que en su momento no tenían el prestigio actual.
“Dentro de los círculos religiosos, tradicionales o conservadores no caía muy bien esa música. Entonces, el gran logro de don Antonio fue ponerles visibilidad a estos géneros que hoy por hoy se consideran ya de consumo normal. Eso fue realmente un atrevimiento”, asegura Montoya.
‘Los cañonazos’
Un cañón de artillería apunta amenazante hacia una bahía. En la parte superior de la muralla en la que descansa el cañón, unas llamativas letras amarillas y rojas forman este título: 14 cañonazos bailables.
Aquella fue la primera portada de esta serie que nació en 1963 y que se ha convertido en un ícono de Discos Fuentes y de la cultura popular colombiana. Según Antonio Montoya, esta propuesta partió de una innovación tecnológica: prensar en un solo long play (larga duración) catorce canciones, cuando usualmente sólo cabían doce.
A eso se sumó el contenido, pues, desde que nacieron, los 14 cañonazos han compilado los temas más populares del año. “Lo mejor que había soñado estaba en el mismo producto, eso es una garantía de éxito. Los diciembres no eran diciembres si no entraban los 14 cañonazos a la casa”, afirma el gerente de la empresa.
La carátula de los primeros '14 cañonazos bailables'.
Las portadas de esta serie fueron evolucionando y una de sus marcas más llamativas han sido las mujeres en vestidos de baño que protagonizan las fotografías, lo que hoy, por supuesto, genera debate. Para Montoya, esas carátulas también han reflejado un poco los cambios sociales que han vivido tanto el país como el mundo.
“Alguno las interpreta como algo de mal gusto, otros las ven como algo pintoresco. Hoy, las carátulas son un poco más artísticas, estamos a tono con los cambios culturales. Incluso hasta en eso hemos sido disruptivos”, comenta Montoya.
La innovación
Así como Los 14 cañonazos partió de una innovación, Discos Fuentes ha tenido otras apuestas tecnológicas que en su momento significaron una especie de revolución. Antonio Fuentes, por ejemplo, tuvo su propia prensa para hacer discos.
Además, cuenta Montoya, Discos Fuentes fue el primero en el país en tener discos con sonido estéreo, en apostar por los formatos de casete y disco compacto, también produjo sus propios videoclips y tenía máquinas de litografía.
Según el gerente, la disquera ha estado a la vanguardia de cada avance que ha experimentado la industria discográfica. “Cada cambio nos ha implicado volver a alimentar nuestro catálogo, volver a comercializarlo y, claro, es un esfuerzo muy grande, pero eso no es extraño a nuestro comportamiento histórico”, añade Montoya.
Discos Fuentes se ha caracterizado por estar a la vanguardia de las innovaciones tecnológicas.
Los Golden Boys, otro de los grupos que han pasado por el catálogo de Discos Fuentes.
Discos Fuentes sigue entonces con esa tarea de resguardar el tesoro de las músicas colombianas y de adaptarse a las constantes transformaciones que suponen las nuevas tecnologías.
Montoya cuenta que, por ese espíritu de estar al ritmo de las grandes innovaciones, la compañía estuvo lista para dar el salto al streaming, que hoy es determinante en la industria musical.
“En los 90 años de la compañía se han tenido en cuenta todos los géneros musicales, nosotros tenemos catálogo de música llanera, de rock, de músicas del Pacífico, del Caribe... Nos ha tocado acompañar a varias generaciones de colombianos”, concluye Montoya.