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2015-04-01
 

Herencia de Timbiquí: Premios y estímulos más allá de pegar en la radio

 
Fotos: Milton Ramírez @fotomilton
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Ganadores de la Beca de circulación internacional para músicos, agrupaciones e investigadores musicales de MinCultura, así como del Premio para producciones musicales discográficas, Herencia de Timbiquí prosigue su trabajo de experimentar sin descanso.


Por ​Juan Carlos Millán Guzmán
Periodista de la Dirección de Artes
Ministerio de Cultura

“Que nos entreguen dos estímulos en el año tiene que ver mucho con el nivel y la perseverancia que hemos tenido para poder llevar nuestra música lejos. Aparte de estos reconocimientos hemos ganado otros premios como el de Viña del Mar (Gaviota de Plata 2013), o el haber participado la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (UNWTO)”, recuerda Harlinson Lozano, quien además de interpretar el saxo tenor es también el director musical del grupo.

El evento, celebrado en las Cataratas Victoria, frontera entre Zambia y Zimbabue (África), fue determinante para que Medellín (Antioquia) obtuviera la sede para el encuentro mundial que se celebrará este año, tras un concierto en el que Herencia de Timbiquí mostró lo mejor de su repertorio.

“La gente iba preparada para dar la pelea y nosotros solo contábamos con un montaje estimado para 10 minutos. Recuerdo que la gente estaba tranquila, tomando café y probando las comidas, pero al comenzar a tocar Parió la luna todos los ministros de Turismo comenzaron a bailar todos, y la presentación se extendió durante una hora y cuarenta y cinco minutos, pese a que estábamos en un hotel metido en la mitad de la selva en el que no se podía tocar después de las 11:00 p.m. para no perturbar a los animales. Se me arrimaron dos ministros y me dijeron al oído que su voto era por Colombia”, relata Harlinson.

“Casualmente, cuando nos encontrábamos en Montreux (Suiza), Dindo, nuestro director le hablaba al público tratando de definir nuestra música y les decía ‘This is Pacific music, this is Colombia, y cuando ya se quedó sin palabras se fue por el lado del This is… ¡Gozar! Y a partir de ahí surgió el nombre de nuestra más reciente producción discográfica que realizamos con el apoyo del Ministerio de Cultura”, agrega Harlinson con relación al trabajo que adelantaron durante el año pasado junto al resto de músicos que conforman el grupo, previo a su participación en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, ARCOmadrid que tendrá lugar en la capital española a partir de este miércoles.

¿Qué importancia ha tenido para el grupo el ser beneficiarios por la Convocatoria de Estímulos 2014?

La Beca de circulación nos ayudó a dar a conocer nuestro disco en Europa, porque tuvimos la posibilidad de estar en ocho países –entre ellos Francia, España, Noruega, Finlandia y Suiza-, así como en los festivales de música más importantes, que nos permitió aprender sobre las características del mercado, lo que gusta y no gusta, para poder fortalecer nuestras presentaciones en vivo, porque pudimos elaborar nuestro cronograma de actividades anuales con mucha mayor tranquilidad.

Respecto al disco, el apoyo del Ministerio de Cultura también resultó muy importante porque nos encontramos en una búsqueda que nos haga crecer en todo sentido, con el fin de dejar un legado que podamos trasmitir a los más chicos: hacer unos talleres y encaminar a otros grupos para que también se motiven, de manera que al comenzar a abrir esta brecha, dejemos una estela que otros puedan seguir.

¿Qué valor tiene contar con este apoyo?

Una producción musical es tremendamente costosa: pagar a los músicos, el estudio, mezclas, masterización y algunas colaboraciones requieren de dinero. En Colombia hay gente con mucho talento, pero se queda con sus producciones en la casa, porque la falta de recursos es una limitante.

Gracias a este estímulo logramos tener un disco de mejor calidad en el que pudimos grabar batería y vientos aparte; la mezcla se hizo en Estados Unidos. Haber podido ganar estos dos estímulos resultó de gran importancia y estamos muy agradecidos con el Ministerio de Cultura, porque siempre ha estado muy pendiente y acompañándonos en todo este trabajo tan arduo que implica la carrera musical.

¿Cómo fue el proceso para participar en la Convocatoria de Estímulos 2015?

El Ministerio de Cultura abre muchas convocatorias y entrega gran cantidad de apoyos a los artistas, lo que pasa es que hay que ponerse más juicioso porque cuando uno tiene un grupo, debe existir un orden y alguien tiene que hacer ese tipo de trabajo: estar pendiente de las convocatorias y conocer las fechas programadas para presentarse.

En nuestro caso, por ejemplo, sabíamos que para volver a Europa íbamos a requerir de una ayuda o un patrocinio adicional, como allí estaba el Ministerio de Cultura no dudamos participar, y de cualquier forma no solo estamos representando a una región sino a todo un país.

¿Cuál es la importancia de este tipo de giras?

Resulta fundamental que cualquier banda pueda viajar fuera del país porque estas presentaciones nos permitieron crecer mental y musicalmente. Es muy importante que una banda pueda viajar a otro país para poder medir lo que hace; saber y ver cómo se comporta la gente, qué opinan de la presentación.

¿Cómo fue la respuesta del público?

La gente se llevó una sorpresa, debido a nuestro sonido novedoso de componentes africanos y latinos, tan particular de la Región Pacífica.

En el Festival Tempo Latino que tiene lugar en la localidad de Vic-Fezensac (Francia), tuvimos la oportunidad de tocar para 25.000 personas en la Plaza de Toros, y luego de escucharnos el director decidió declararnos la perla del festival.

Timbiqui2.jpg 
Fotos: Milton Ramírez @fotomilton ​
 
 
Aprender de la experiencia

En 2010 se presentan en el prestigioso Festival de Jazz de Montreux, ¿cómo fue esa experiencia?

Para nosotros eso fue algo muy importante, porque incluso en el avión tuvimos la posibilidad de conocer a Quincy Jones, quizá uno de los músicos y productores contemporáneos más destacados en la escena mundial, con quien hablamos por cerca de una hora sobre Colombia y la música del Pacífico. Todo el mundo estaba allá: Chick Corea, Keith Jarrett, Richard Bona (…)

El primer día abrían Phil Collins y Norah Jones. No te cuento el resto, pero aún guardo la tarjeta en la que Herencia de Timbiquí aparece también allí –siendo la primera vez luego de 40 años que un grupo colombiano se presentaba en ese tipo de escenario-. La verdad es que fue toda una hazaña porque teníamos muy poco dinero; quedamos picados y nos prometimos volver algún día a Europa.

¿Qué importancia tiene volver a los escenarios europeos?

Cada vez que se presenta la oportunidad de volver a hacer estos viajes es todo un reto, y eso que por ejemplo la prensa suiza destacó a nuestro taller como uno de los mejores que se adelantaron en el marco de todo el Festival. Ahora que han pasado algunos años nosotros mismos nos venos distinto porque vemos que nuestro nivel ha subido en todos los aspectos, de tal manera que poder presentarnos en Europa es definitivo porque se ha vuelto todo un reto para querer hacer las cosas bien y progresar cada vez más.

Habrá quienes se pregunten sobre la importancia de continuar apoyando a un grupo que como Herencia de Timbiquí, ya tiene una tradición consolidada…

Nosotros todavía no hemos llegado a ser lo que queremos y todavía no hemos llegado a tener el verdadero pescado grande en la mano. De manera que siempre hay una motivación en continuar nuestra relación con el Ministerio de Cultura para hacer parte de sus Convocatorias de Estímulos, porque si uno como artista deja pasar ese tipo de cosas pues la verdad es que está en nada.

Más allá de buscar la fama, nosotros queremos avanzar cada día y buscar la manera de dejar una huella que puedan seguir los que vienen atrás. De hecho hemos asesorado a algunos grupos amigos que piden nuestro consejo y asesoría para contarles cómo hacer parte de este tipo de convocatorias. Que las canciones de uno peguen y suenen es importante, pero dejar una huella también es muy importante para el grupo.

¿Cómo se construye este legado?

Colombia es un país inmensamente rico musicalmente hablando; de manera que lo que hacemos es tomar eso, poner nuestras ideas y comenzar a elaborar un producto nuevo que comienza a popularizarse hasta terminar gustando al niño, al joven y hasta al anciano, gracias a un movimiento que quizá no avanza tan rápido, pero del que todos hacemos parte.

Podría describir un poco ese laboratorio de creación artística

Una canción de Herencia de Timbiquí suele darse de muchas formas, pero el núcleo central siempre está en Begner Vásquez (compositor y director general del grupo); después nos sentamos y cada quien hace sus propias contribuciones: Cristhian Salgado, que es el productor también hace su propuesta, tocamos, vamos al estudio y allí hay otras personas que se ocupan de hacer los arreglos y mejorar el sonido. Los aportes vienen de todas partes; la inspiración puede salir de cualquier cosa: no hay un momento específico o un lugar en particular.

Recuerdo por ejemplo que estando viajando con rumbo a Palenque decidimos componerle un tema a esta población; unos tenían unas ideas, otros otras. Dindo (se refiere a Begner Vásquez) escribió la letra, e incluso puede percibirse la influencia del Bantu, en ese coro que dice Ia Kelé Kandá pa ma gende mi (quiero cantar para mi gente).

¿Se puede hablar de un género que los defina?

Nosotros hablamos de World Music, porque los viajes nos han dado la oportunidad de tomar ritmos y colores de todo el mundo para integrarlo a nuestra propia fusión de sonios que vienen del Pacífico, en la medida que es un producto que viene de la inspiración de un compositor como Begner Vásquez, a quien todos decimos Dindo, y quien tiene muy marcado ese lenguaje musical de la Región Pacífica.

El Pacífico está en nuestro ADN: cada vez que canta William (se refiere a William Angulo, voz principal del grupo), cuando Etiel (se refiere a Etiel Alegría) toca el bombo, o Pablo Mancilla interpreta la batería. En el marimbero de Guapi - Enrique Riascos-, o Julio Sánchez con su bajo. Todos grandes intérpretes y grandes exponentes de la música de esa región del país.

¿Qué otras influencias están presentes en el grupo?

Yo aprendí música tocando a Lucho Bermúdez, Pacho Galán y Edmundo Arias; un poco de bambuco y otro poco de pasillo. Aunque también debe tenerse en cuenta lo que los muchachos aprendieron en Cali; de ahí es dónde viene esa primera fusión que con el tiempo será World Music.

Como grupo creo que nos gusta un poco de todos los géneros musicales: mucho de la música de Cuba, un poco del Jazz, otro poco del Rock –aunque más bien por los lados-. Desde Juan Luis Guerra, pasando por Richard Bona, hasta Carlos Vives, quien sin duda es también una referencia para nuestra banda, por los aportes que introdujo en nuestra propia música: el uso de batería y la participación de la guitarra en una forma distinta.

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Fotos: Milton Ramírez @fotomilton ​
 

Este año se conmemoran los 100 años del natalicio del Maestro José Barros. ¿Qué importancia tiene su legado?

Ayer estaba tocando en compañía de una big-band, y uno de mis arreglos preferidos es el de El pescador, aunque por supuesto que también le debo mucho a temas como La Piragua. La verdad es que aunque se trata de composiciones que llevan años sonando todavía siguen conmoviendo a todo aquel que las escucha, y es que aparte de esos temas el Maestro José Barros nos dejó toda una forma muy novedosa de componer y decir las cosas de una manera que conjuga música y poesía.

Al igual que muchos otros compositores que ha tenido nuestro país dejó temas hermosos que son un verdadero tesoro, así es que deberíamos hacer una campaña para que en los colegios, en vez de esa música que no dice nada, se escuchara y estudiara la música de todos ellos. Yo mismo aprendí El pescador en el colegio, porque en esa época todavía era considerado como uno de los temas claves de nuestra música.

Hacer camino al andar

Pese a la difícil situación social y de violencia por la que ha debido pasar en años recientes, el Pacífico colombiano es la región que quizá más ha brillado en el campo de la música en años recientes. ¿Cómo explicarlo?

En el grupo están los muchachos de Timbiquí que son los precursores de todo esto; ellos llegan a Cali y nos comparten todos sus conocimientos. En mi caso, vengo de un pueblo que se llama San Pedro, y también tuvo una época de violencia. Así es que nuestra intención también es llamar la atención de los gobernantes y el Gobierno, porque al haber crecido allí nosotros nos damos cuenta de los problemas que hay.

Lo bonito de todo esto, es que por ejemplo para el caso de Timbiquí, ya no hay rencor sino que por el contrario todos tienen unas ganas extraordinarias de seguir y salir adelante: motivar a los amigos y conocidos, y si hay niños –mejor dicho-, hacer todo lo posible por empujarlos. Yo he ido varias veces, el año pasado en diciembre hicimos un concierto, y uno ve las ganas de toda la gente.

Pasar la página…

Más que quedarse en el pasado, lo que nosotros tratamos de mostrar es que hay oportunidades y maneras distintas de hacer las cosas. Y eso también se ve en la tarima, porque cuando el público ve un espectáculo de Herencia de Timbiquí no solo hay 11 músicos: tú ves cinco timbiquireños, un sanpedreño, dos caleños y un jamundeño; todos empujando hacia el mismo lado y todos diciendo al mismo tiempo: hay otra forma de hacer las cosas, permítannos avanzar. Todo eso hace parte de venir de estas regiones.

¿Cómo fue ese proceso y qué papel cree que juegan los artistas en la construcción de la paz?

Todo artista tiene un público que lo sigue, así sean dos personas, y en tal sentido cualquier cosa que haga resulta vital: más que un trabajo artístico se trata muchas veces de hacer un trabajo social y de información. Por ejemplo Begner, que es el compositor, cantante y director general, siempre ha tenido claro ese otro aspecto de carácter social que debemos desempeñar.

¿Cómo lo hacemos? Nuestras canciones hablan del lugar de dónde venimos, y por ejemplo cuando se trata de un tema que tiene que ver con el amor el tratamiento que le damos no tiene ese carácter morboso tan común en estos tiempos, usamos metáforas y otro tipo de recursos. La función del artista debe ser clara, porque muchos de nosotros olvidamos el conjunto de lo que somos.


Texto:
Juan Carlos Millán Guzmán
Periodista
Dirección de Artes
Ministerio de Cultura
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Fotos:
Milton Ramírez,
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