• Continúan los Laboratorios de Investigación Creación de la Danza del Ministerio del Cultura. El turno esta vez fue para el Área de Desarrollo Naranja -ADN de La Ceja. De este ejercicio, participaron 8 academias de danza, cada una con alrededor de 300 estudiantes.

• Los Laboratorios promueven alianzas entre instituciones gubernamentales, académicas, artistas y agentes culturales para la reactivación del sector a través de la danza.

• El Ministerio de Cultura destinó $325 millones para realizar estos Laboratorios en los ADN Barrio Abajo (Barranquilla), La Ceja (Antioquia), La Licorera (Cali), Casa Cultural del Sur (Ibague), Pescaito (Santa Marta) y en las localidades de Usme y Sumapaz (Bogotá) gracias a una alianza con Idartes.

La Ceja, Antioquia 4 de noviembre (@MinCultura). Cuando uno está llegando a La Ceja, en el oriente antioqueño, lo primero que se encuentra son varios ciclistas entrando y saliendo del municipio. También, unas carreteras adornadas por el verde de la naturaleza y unos habitantes muy hospitalarios. En el parque central, hay árboles imponentes que han estado allí durante años, y que engalanan la iglesia, además de los tradicionales lugares para comer, donde venden una bandeja paisa con todas las de la ley.

Desde siempre, el municipio ha sido cuna de tradiciones culturales, que transitan por la danza y la música y que han posicionado a La Ceja como uno de los municipios artísticos de Antioquia. Así lo evidencia el Centro Institucional y Empresarial Punto CIEM, en cuyo segundo piso funciona el salón de danzas, donde varios grupos encuentran el lugar propicio para ensayar, investigar y crear alrededor de esta expresión artística.

Allí, en medio de la tranquilidad, se están llevando a cabo los encuentros de uno de los Laboratorios de Danza del Ministerio de Cultura, que junto con la Universidad de Antioquia, la Secretaría de Cultura de La Ceja y el Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia tienen el propósito de atender la vocación, tradición, rasgos culturales y emprendimientos de las diferentes regiones y territorios colombianos, incentivando procesos de creación desde el apoyo y acompañamiento de grupos, semilleros o centros de investigación asociados a la danza.

El de La Ceja es un laboratorio que indaga de manera muy sensible e íntima sobre el movimiento y la danza en cada uno de los participantes. Al llegar a los ensayos, Beatriz Vélez, docente del Laboratorio, lo hace con un montón de cuadernos. Cada uno de ellos les pertenece a los participantes, con la idea de que funcione como una bitácora en la que cada uno consigne los detalles de su proceso y de su relación particular con la danza.

Así las cosas, la docente comienza con el calentamiento, invita a los participantes, que vienen de varios lugares de Antioquia, a relajar lo más posible sus cuerpos y trabaja con ellos individualmente.

"Nosotros queremos activar desde el movimiento la actividad cultural propia del municipio. Eso quiere decir que estamos haciendo prácticas en la calle, que hemos ido al parque. Allí hemos activado algunas estrategias, algunos juegos coreográficos. Además, tenemos este salón que es el espacio para explorar, improvisar y para salir de la academia y acercarnos más a la gente, al municipio", explicó la docente.

Muchos de los participantes son bailarines y profesores que han encontrado en la danza y el baile una forma de vida. No se pierden un solo ensayo y hablan de la danza y la cultura con vehemencia.

"Para mí es muy importante porque soy formadora del municipio y también hago parte de la red de danza de La Ceja. Me parece muy importante que estemos en el radar del Ministerio de Cultura y de la Universidad de Antioquia con este gran proyecto, porque nos va a ayudar a fortalecer los procesos formativos que tenemos y nos van a dar herramientas para darle continuidad a la memoria dancística del municipio", señaló Diana Amaya, participante del Laboratorio.

Otros, por su parte, han tenido que ver con la danza desde siempre. Este es el caso de Santiago Álvarez, que desde muy pequeño era llevado por su padre a ensayos de danza, mientras se divertía con juguetes, como cualquier niño de su edad. "Yo siempre escuchaba lo que mi papá estaba haciendo, ya fuera su coreografía, su planimetría o dirigiendo. Y así me fue gustando la idea del baile. Él también me fue involucrando. Venga, mijo, haga este paso. Venga, mijo, métase en la Casa de la Cultura. Y así le fui cogiendo amor a la danza", recuerda Álvarez con una sonrisa.

Entre otras cosas, el propósito de los Laboratorios es que haya continuidad con los procesos en danza, de tal manera que esta iniciativa del Ministerio de Cultura abra la discusión y marque la ruta para consolidar proyectos culturales en este municipio así como en el resto del país. En esta labor, la Secretaría de Cultura y Juventud del municipio se la ha jugado por mantener vivas las expresiones artísticas como la música y la danza en La Ceja, adelantando proyectos con y para la comunidad.

"Los Laboratorios que estamos llevando a cabo con el Ministerio de Cultura, la Secretaría de Cultura de La Ceja, la Universidad de Antioquia y el Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia es una estrategia de formación, de pedagogía, donde nuestros artistas cejeños se han estado beneficiando. En este momento, tenemos participando 12 representantes de las 8 academias que tenemos en nuestro municipio. Cabe aclarar que cada academia puede tener alrededor de 200 y 300 estudiantes. En ese sentido, vale la pena decir que la danza representa en nuestro municipio la segunda expresión artística con mayor cantidad de personas", indicó Julián Gaviria, secretario de Cultura y Juventud de La Ceja.

Con los Laboratorios de Danza, y en esto concuerda la mayoría de participantes, se está haciendo eco de herramientas pedagógicas y de formación con la idea de que sean utilizadas por las academias que existen actualmente en el municipio. Sin duda, ha habido un crecimiento exponencial en el número de escuelas, así como en el número de participantes. Cejeños que se han interesado cada vez más por la danza, que no solo se limita a ritmos autóctonos como el pasillo o el bambuco, sino que desde hace un tiempo explora ritmos contemporáneos y un tanto experimentales.

"Lo que pretendemos desde el Instituto de Cultura y Patrimonio es fortalecer este nodo creativo, que tiene un énfasis muy importante que es la danza, y toda la cadena de valor que genera que los participantes, por ejemplo, tengan sus propias academias, sus grupos de danza, sus procesos creativos. La idea es dejar una capacidad instalada en todos estos participantes y seguir fortaleciendo esta expresión en el municipio", precisó Diana Gallego, del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia.

El ensayo concluyó. La recomendación fue ir a la plaza central por un mecato y luego probar algunas de las cervezas artesanales producidas en el departamento. Las hojas de los árboles parecían también estar alineadas con la musicalidad y el vaivén de la danza, tan característicos del municipio. Con un poco de frío entrada la noche y todos estos sonidos, olores y sabores se cerró un día más en este municipio; uno inolvidable para cualquiera que quiera disfrutar de las artes, la gastronomía y la naturaleza.