El Ministerio de Cultura invita a los colombianos a hacer parte de este día inolvidable, una celebración donde junto con el Bëtscnaté, se presentarán siete agrupaciones ganadoras de festivales de música y cinco ganadoras de festivales de danza. Será una oportunidad para tener toda la diversidad del país en un solo escenario.
El Bëtscnaté es la fiesta por la salud y la vida, todos danzan contentos, cada uno de diferente forma de acuerdo a su conducta y cualidad, cantan versos que nacen de los sentimientos que cada quien desee expresar. De la misma forma se baila al son de las interpretaciones musicales a ritmo de tambores, flautas y cachos, las cuales son heredadas por los ancestros, de tal manera que se convierte en un conjunto de expresiones que se sintetizan en un Carnaval (Clestrinye) de la expresión Camëntsá. Es el año nuevo de agradecimiento a Tsbasana Mama y Bëngbe Betsa (Todo Poderoso) por las cosechas y por mantener vivas a las personas.
“El Bëtscnaté es el día máximo del perdón, el día en el que tenemos la oportunidad de llegar a una reconciliación. Hace muchos años, la comunidad no tenía buenos caminos, y tenía más problemas, pero una vez al año, sin importar esos inconvenientes, todos salimos a saludar y encontrarnos con familiares y amigos, es un día en el que nadie se queda en la casa, una celebración que esperamos se siga conociendo y protegiendo”, dice el taita Marcerliano Jamioy Muchavisoy
El lunes antes del miércoles de ceniza, no es un lunes cualquiera para el Valle de Sibundoy, es un día lleno de color, música y comida pero sobre todo de encuentro con las familias y amigos, es el Día Grande, del perdón, en el que comienza el Bëtscnaté. Un espacio para el reencuentro en familia y comunidad que fortalece lazos de fraternidad y reconciliación.
Los Camëntsá se reúnen a muy tempranas horas de la mañana. Todos los hijos llegan a casa de sus padres, abuelos y padrinos, piden permiso al cielo, luego se colocan de rodillas ante ellos para pedirles perdón y buenos consejos por los errores que hubiesen cometido durante todo el año. Los padres, abuelos o padrinos, según sea el caso, los disculpan seguido de frases de recomendaciones y de buenos consejos.
El Bëtscnaté, hay que vivirlo de cerca para conocer la importancia que tiene el perdón para esta comunidad, su visión de la vida y el mundo en general, interactuar y dejarse contagiar por ellos y compartir parte de sus tradiciones y conocimientos, dejarse llevar por la tranquilidad y sabiduría de los Camëntsá, mientras disfruta de un rico mute y una refrescante chicha, al ritmo de tambores, cascabeles y flautas, una manifestación que, desde el 2012, está incluida en Lista representativa de patrimonio inmaterial de la nación.