Por Yeimi Díaz Mogollón
Con un micrófono de solapa y un celular, que hoy se considera una reliquia, se realizaron las primeras producciones audiovisuales sobre comunidades LGBTI, agua, construcción de paz y tradiciones culturales del municipio de Maicao, La Guajira. Este trabajo del Colectivo Popular Palomitas comenzó hace cinco años como una manera de narrar las historias propias del territorio, cambiar realidades y reconstruir la memoria a través del relato de sus habitantes.
“Decidimos conformar el colectivo con la intención de dar a conocer el territorio desde nuestras propias narrativas. Tenemos talleres de formación, proyectos de comunicación y producción documental. Le apostamos a los procesos de paz para apartar a muchos jóvenes del conflicto a través de la realización audiovisual y el cine”, destaca Eduardo Hernández, director de Palomitas.
Y es que, en un municipio que ha estado marcado históricamente por la presencia de grupos armados, clanes y paramilitares que, como señala Hernández, “se han peleado siempre el territorio”, la cultura se convierte en un camino para alejar del conflicto a las comunidades, especialmente a los jóvenes. En ese sentido, el Colectivo trabaja con personas firmantes de paz y sus familias en busca de formar a los próximos cineastas del país.
Cada año, alrededor de 35 personas, incluidas también comunidades afro, indígenas, diversas y en condición de discapacidad, hacen parte de estos procesos para aprender gratuitamente sobre cine comunitario, manejo de cámaras, sonido, producción y posproducción. Hay quienes se interesan por ser buenos claquetistas y otros por realizar contenidos audiovisuales con sus propios celulares, como lo hizo Palomitas en sus inicios.
Para Hernández, estos talleres impulsan el desarrollo del cine en La Guajira porque, mediante los productos realizados, han logrado narrar el territorio desde su propia experiencia. “Estamos demostrando que se puede hacer cine en Colombia y que nuestras comunidades están interesadas en producir contenidos para generar procesos de memoria y contribuir al fortalecimiento de la identidad nacional”, afirma.
Contar las necesidades del territorio es otro de los objetivos de este colectivo popular. Un canal de televisión digital propio y la generación de contenidos para plataformas digitales les ha permitido poner en la agenda regional las problemáticas de la región y visibilizar las diferentes expresiones del arte con las que les hacen frente. El teatro, la danza y la pintura también son parte de sus procesos de transformación.
Documentales como El agua y mi ciclo, Manos de hierro, Crónicas de una vida, El arte de sobrevivir y Damas son algunos de los trabajos publicados hasta el momento por el Colectivo Popular Palomitas. Sus contenidos muestran las realidades sociales como una manera de promover el cambio de las estructuras de comportamiento social que, en el mediano plazo, permita transformar todo el territorio desde diferentes aspectos.
A lo largo de estos cinco años, han participado en diferentes convocatorias nacionales, ganaron los Premios Departamentales de La Guajira en Producción de Video y ahora le apuestan a potenciar el cine comunitario con el acompañamiento de la Dirección de Audiovisuales, Cine y Medios Interactivos del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.
Su meta es destacarse en la sociedad por los procesos de formación y producción que generen cambios sociales en la región y abrir nuevas oportunidades a los jóvenes para que puedan construir espacios de paz a través de la producción audiovisual y cinematográfica.