El Colectivo Miradas, conformado por firmantes de la paz e integrantes de diversas comunidades, adelanta el proyecto Semillas de Paz, enmarcado en el fortalecimiento del tejido social a través de la fotografía y la producción audiovisual, con un enfoque en la formación de jóvenes y líderes en territorios afectados por el conflicto.
Semillas de Paz busca desarrollar semilleros de cine y fotografía en seis municipios del país: Mutatá (Antioquia), Charras (Guaviare), La Carmelita (Putumayo), Argelia (Cauca), Tumaco (Nariño) y Tierra Grata (Cesar). A través de estos semilleros, se espera contribuir en el fortalecimiento de las capacidades de quienes participan como actores sociales en sus comunidades, promoviendo la reconciliación y la memoria territorial.
El proyecto se basa en la experiencia acumulada por el Colectivo Miradas en los últimos tres años, durante los cuales la fotografía ha sido utilizada como una herramienta política para la construcción de una cultura de paz, la transformación de narrativas en los territorios y la reincorporación comunitaria.
El colectivo ha realizado talleres de fotografía documental en Tierra Grata (2021) y Anorí (2022), así como la Ruta de Cine y Fotografía por la Paz (2023). Ahora se prepara para un encuentro en el Huila, que será especial, ya que, a diferencia de los anteriores talleres realizados en los Antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación AETCR, esta vez se llevará a cabo en la ciudad de Neiva.
Se espera que quienes participan, en su mayoría firmantes del Acuerdo de Paz, lleguen desde los municipios aledaños para que la fotografía se convierta en una herramienta que fortalezca sus procesos y germine la semilla de ilusión que los talleres de fotografía para la paz generan en el Colectivo Miradas.
Foto de Vladimir Encina, Colectivo Miradas
Como anécdota, cada encuentro siempre cuenta con más participantes de los previstos en los territorios, el nivel de puntualidad en cada sesión es altísimo, y al final, siempre surge la pregunta: ¿Cuándo vuelven?
Según Gina Parra, integrante del Colectivo Miradas y fotógrafa, la fotografía es un provocador que interesa e impacta a diversas poblaciones, de todas las edades y clases sociales. Gracias a la fotografía, han iniciado diálogos entre actores improbables con diferentes experiencias en torno al conflicto, lo que la hace considerar la experiencia maravillosa, ya que la fotografía es el hilo que conecta las historias que, en este caso, están dispuestas para la construcción de una Cultura de Paz.
Este proyecto también se realiza gracias a la Delegación del Fondo Europeo para la Paz y la Misión de Verificación de la ONU.
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