El 16 de noviembre de 2012, una tonada sentida de cabrestero irrumpió en las instalaciones del Ministerio de Cultura, transportada en la voz y en la memoria de cuatro hombres llaneros. Su figura apacible contrastaba con la fuerza de los cantos, silbos y japeos que traían consigo, prácticas inmemoriales de trabajo, descripciones de territorios, historias de hombres y reses, de caminos y travesías que podían durar semanas enteras. Su voz era una profunda declaración de afecto, nostalgia y orgullo por un llano que se transforma a pasos agigantados. Su canto era el testimonio de los conocimientos centenarios que aún hoy pueblan la memoria de los habitantes de los departamentos de Casanare, Arauca, Meta y Vichada.
15-Cantos de trabajo de Llano - PES.pdf